Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Mateo 5:4

Guíame en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación. En ti espero todo el día.

Salmos 25:5

Lo que el impío teme vendrá sobre él, pero el deseo de los justos será concedido.

Proverbios 10:24

Como el Padre me ha amado, así también yo los he amado; permanezcan en mi amor.

Juan 15:9

Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor. Ni te canses de su corrección.

Proverbios 3:11

Maridos, amen a sus mujeres, como también Cristo amó a la iglesia, y se dio a sí mismo por ella.

Efesios 5:25